23-11-2007

Destello.

¿Te acuerdas de Chiloé, de nuestro campamento
Nuestras linternas e impermeables?

Chiloé es un abismo silencioso
Madre de una oscuridad hermosa
Hija del leve pasar del tiempo.
Lluvias torrenciales que adormecen al pescador ebrio, que Rema a su casa
En busca del pan amasado
En busca de un respiro de fuego.
Que amarra el bote y destapa una botella
brinda junto a la soledad y los años estancados de sus Araucarias.

Amo sus nubes y la voz de Dios susurrando en un trueno, hija del relámpago.
Reino de la eterna pena.
Tierra flotante de infinitos mares e islas alejadas entre si como las estrellas.

Destello de la creación, en el principio del fin del mundo
Lugar para piratas, de sueños atrapados entre los bosques de tinieblas
y profundos acantilados que ven pasar la muerte.

Entre iglesias iluminadas por vitrales en llamas
A horas náuticas de días soleados y remedios.
Sin explicación posible del algún creador
De amores olvidados, callados por el sonido interminable del mar
Melodía no interrumpida del Caleuche y su tripulación de tragedia


promesa de volver a visitar el lugar, escrito en un árbol,
Y el recuerdo de un viaje poético y apasionado.


Tu amigo Luis.

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